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Instituto Summerhill
Más de 30 años formando con pasión y visiónEl Instituto Summerhill de Cancún abrió sus puertas el 3 de septiembre de 1990, con un sueño claro: ofrecer una educación innovadora y centrada en el desarrollo integral de los niños y jóvenes de la región.

Fundado por la psicóloga y profesora Karin Knape Pérez, junto a su madre, María Guadalupe de la Candelaria Pérez Izquierdo, y su padre, el ingeniero Leif Knape López, este colegio nació del amor por la enseñanza y la convicción de que el aprendizaje debía ser una experiencia enriquecedora, libre y significativa.


Desde sus inicios, el Instituto Summerhill se inspiró en la filosofía de A. S. Neill, creador de la famosa escuela Summerhill en el Reino Unido, promoviendo un modelo educativo basado en la autonomía, el respeto y la creatividad. “Los niños deben aprender sin miedo, sin hipocresía, sin odio y sin intolerancia” , era el principio que guiaba a Karin, quien fusionó esta filosofía con su propia visión y experiencia como guía de México, creando un espacio donde cada alumno pudiera crecer a su propio ritmo, descubriendo su potencial y desarrollando su independencia.


Los niños deben aprender sin miedo, sin hipocresía, sin odio y sin intolerancia
De un sueño a una realidad: los primeros años

La historia de Summerhill está marcada por el esfuerzo y la determinación de sus fundadores. Antes de inaugurar la escuela, el terreno debía prepararse para la construcción, un trabajo arduo que la familia Knape Pérez realizó con sus propias manos, pico y pala en mano, los fines de semana, rellenando el suelo y preparando los cimientos de lo que se convertiría en un legado educativo.
El primer día de clases fue todo un reto. No había alumnos inscritos, sin embargo la escuela comenzó a crecer, recibiendo a más niños y consolidando su propuesta educativa innovadora en Cancún.
Creciendo con innovación y pasión por la educación
Desde sus primeros años, el Instituto Summerhill se destacó por su enfoque lúdico y experiencial del aprendizaje. Las clases iban más allá del aula, incluyendo juegos, canciones, salidas de estudio y actividades interactivas que hacían que los estudiantes aprendieran sin darse cuenta de que estaban aprendiendo . Este método se convirtió en la esencia de la escuela y en un diferenciador clave que la ha mantenido como una institución de referencia en la ciudad.
Un legado de amor y compromiso

El Instituto Summerhill no solo ha sido un lugar de aprendizaje, sino una segunda casa para miles de alumnos, familias y docentes. Su fundadora, Karin Knape Pérez, fue el alma de la institución, entregando su vida al desarrollo de este proyecto. Lamentablemente, el 16 de julio de 2016 , Karin partió, dejando un legado imborrable en la educación de Cancún. Su espíritu sigue presente en cada rincón del colegio, en cada maestro que inspira a sus alumnos y en cada niño que descubre el mundo con curiosidad y entusiasmo.
Hoy, más de 30 años después, el Instituto Summerhill sigue firme en su misión de “Construir el Conocimiento”, honrando la visión de sus fundadores y adaptándose a los nuevos retos de la educación. Con generaciones de egresados que llevan consigo los valores y el aprendizaje adquirido en sus aulas, Summerhill se mantiene como un referente educativo, demostrando que un sueño puede convertirse en una realidad cuando se construye con pasión, esfuerzo y amor por la enseñanza.